Frase

"El problema de la historia es la historia del problema."
- Hegel

viernes, 2 de diciembre de 2011

Variables históricas

Trabajo realizado para "Filosofía de la historia", a partir de la lectura de los primeros 2 capítulos de "el conocimiento histórico" de Henri Marrou.

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Las Variables de la historia.

Cuando hablamos de la historia con h minúscula, no estamos refiriendo no a lo que pueda haber acontecido, sino a la construcción mental con los hechos pasados (parafraseando a Henri Marrou), por lo tanto al estar refiriéndonos al producto de un ejercicio mental debemos tomar en cuenta cuales son los factores que actúan como variables y que conforman al contexto en el cual surge la historia.

Es importante hablar de ellas, primeramente y siguiendo el orden en el que las cuestiones fueron surgiendo en la Historia de la historia, tenemos que el delimitar las variables nos permite llevar a cabo una investigación histórica, para ir construyendo el objeto de la investigación necesitamos comprender el tiempo que abarcaremos, y el espacio que abarcará el objeto, de esa manera este se construye; anteriormente se hablaba de las constantes dominantes de la historia, y ciertamente existen muchos que (al menos en el nivel de estudiantes o de lectores) las manejan; sin embargo el contexto actual hace casi insostenible la idea de la constante histórica o móvil histórico único.

La otra cuestión en cuanto a la importancia de conocer las variables de la historia corresponde más a poner el tela de juicio la validez de los mismos. Ya George Collingwood platea que la historia no puede ser concebida como una creación exacta, ya que ella dependerá no de las fuentes que se tengan, sino de las preguntas que se le planteen a ellas, por lo cual un historiador que carece de inteligencia e imaginación se verá severamente limitado al momento de realizar la composición del conocimiento histórico (la cual se lleva a cabo en la mente del historiador), siguiendo ese razonamiento también llega a la conclusión de que la Historia (ahora en mayúscula) del historiador juega un papel vital, las experiencias de su vida harán que el conocimiento que él genere sea único, sea “su verdad”.

El tiempo es concebido por la mayoría de las personas de una manera Newtoneana, el tiempo como algo lineal y universal, tal como fue planteado por el matemático británico, y es de esa forma como lo aborda la historia ortodoxa, se realizan lineas de tiempo, se hacen cuadros comparativos y se habla del tiempo como un ente constante y uniforme. Desde hace más de cien años Albert Einstein redactó la teoría de relatividad, en la cual derrumbaba toda la arquitectura newtoneana del tiempo, y postulaba que no es único, ni constante ni uniforme, sino que este es “relativo” al espacio y las circunstancias de la energía que se encuentra en dicho espacio.

Ahora bien, nuestra percepción del tiempo es relativa, y eso lo podemos ver todos lo días, una hora dura mucho más cuando se está parado en el sol esperando a un camión, que cuando se está platicando con una persona atractiva; sin embargo las ciencias sociales no incorporaron la relatividad a las investigaciones de ellas, sino que se mantienen con el esquema de Newton casi a la actualidad, esto se debe a la aparente dificultad de realizar un cambio tan grande en la manera de trabajar, pero también es muestra de la desconexión que existe en los científicos sociales con el mundo natural, puesto que la relatividad tiene más de cien años de su postulación y ahora se habla de la teoría cuántica del universo.

La posmodernidad plantea muchas cuestiones diversas, difíciles de resumir, quizá podemos resumirla como el conjunto de visiones que refutan a los postulados modernos, en ese sentido rechaza la idea teleológica de la estructuración de la sociedad. Al abogar en contra de un principio universalizador y a favor de la existencia de infinitas realidades, todas ellas verdaderas dentro de sí y en sus propios estándares, inmensurables e incomparables entre ellas por estar compuestas en contextos de producción e ingredientes distintos.

El tiempo en las investigaciones históricas debe de tomar en cuanta las distintas realidades que han existido en los contextos que estudiamos, pues las diferencias entre contextos cambian de gran manera, en situaciones donde incluso la esperanza de vida hace vislumbrar realidades distintas del tiempo, pues un año no significa lo mismo cuando la esperanza de vida es de treinta años, o cuando la peste y las epidemias asolan el mundo conocido.

El espacio aparentemente es una variable más sencilla con la cual trabajar que el tiempo, puesto que este si aparenta ser real y tangible, lo podemos observar y lo podemos delimitar utilizando incluso aparatos de medición; sin embargo todo objeto es construido por nosotros, con el espacio sucede lo mismo, es fácil llamar espacio a un área delimitada, no obstante este en si no es un espacio histórico, a pesar de que en el hayan acontecido miles de sucesos distintos. Es menester para el historiador realizar una evaluación de dicho espacio, una valoración para identificar que es lo que vuelve a dicho espacio ser o no ser, y lo debe realizar en por lo menos dos ocasiones; primeramente cuando él lo está identificando para comenzar su trabajo, y la segunda cuando ya se encuentra realizando la labor reconstructiva, él debe situar dicho espacio en el tiempo estudiado y realizar la valoración tomando en cuanta la mentalidad de los sujetos estudiados, ¿qué era para ellos “X” lugar”?, el lugar se va construyendo en la medida que se va usando física o simbólicamente.

Por lo anterior descrito podemos vislumbrar la relatividad en las construcciones históricas y la imposibilidad de alcanzar verdades universales. Si a estas conclusiones llegamos con dar un rápido vistazo a los conceptos de temporalidad y espacialidad en la historia, si a dicha ecuación insertamos aún a las constantes dominantes ellas quedan excluidas casi por completo de la historia.

Ellas han existido en tiempos muy remotos, para los griegos el destino era una realidad, Némesis existía y la historia eran los sucesos que acontecían entre el surgimiento y el cumplimiento del destino. Cuando Europa es tomada por el cristianismo Dios se vuelve el centro, la historia obtiene un carácter de sacra y al igual que con los griegos ella ya se encuentra determinada, los designios de dios son el único móvil histórico, y en el caso de los cristianos ellos arman un téleos bien definido, el juicio final y posteriormente el reinado de dios.

Cuando entra la ilustración las constantes dominantes ya abandonan lo sacro y se centran en diversos objetos y sujetos, para Marx la lucha de clases en la explotación del hombre por el hombre es el móvil dominante de la historia y todo ha girado en torno a ello. Cuando entramos al siglo XX, la escuela de Frankfurt se da cuanta de que los actores sociales se han diversificado demasiado, ahora ya no puedes señalar a un grupo como el de los explotados, y las teorías marxistas son vistas desde una nueva perspectiva.

Ahora bien, desde el lugar en el que ahora nos encontramos, hacer un ejercicio de historia con el pasado nos lleva a declarar la existencia de una infinidad de variables de todo tipo, desde climatológicas y geográficas hasta astronómicas y psicológicas, por lo cual armar un esquema totalitario para explicar la historia es ya imposible, menos lo es sostener un téleos predeterminado. Nietzsche mató a dios, y siguiendo su tradición muchos lo han matado posteriormente, Sartre y Heidegger señalaron que el hombre es arrojado al mundo como un ser desnudo y vacío, a un mundo carente de sentido, puesto que no existe un diseñador del mismo; por lo tanto nosotros somo libres de realizar y llenarnos de la manera que deseemos, las metas que puedan existir existen por que nosotros las creamos, al igual que los demás conceptos intangibles de los cuales estamos conformados, dios, la moral, la felicidad, la subjetividad, etc.

Ahora que comprendemos que no hay propósito con sentido propio en el mundo, aparte del que nosotros le demos, y que alcanzar verdades totales nos es imposible, ¿qué queda de la historia?, para mi ella permanece, ya no como la herramienta para el cambio de Comnte y Marx utilizaron, sino como una actividad recreativa, que puede tener toda la seriedad posible, con reglas, métodos y paradigmas, sin embargo veo el realizar dicho ejercicio así como leer el fruto del mismo como una cuestión de satisfacción personal y cumplimiento de nuestra voluntad.

2 comentarios:

Aprecio toda clase de comentarios, críticas y sugerencias, y de hecho los deseo. Espero que lo que hayan leido les haya parecido interesante, en caso contrario, me encantaría escuchar el porqué.